A fines de diciembre de 2015 una de las peores inundaciones afectó a la ciudad de Concordia en Entre Ríos. Lluvias intensas en la región, sumadas a la creciente del Río Uruguay llevaron a que muchos barrios de la ciudad se inunden. El agua llegó a cubrir casas enteras y muchas familias lo perdieron todo. Pero la Iglesia nacional y la congregación local ayudaron a muchas familias con asistencia material y espiritual.
Pero el trabajo recién iniciaba, ya que a partir de allí se comenzó un trabajo muy lindo con los niños de uno de los barrios. Así describe el trabajo el pastor de Concordia, Fabián Hill:
Dios usó este acontecimiento natural para sacarnos de nuestros cómodos lugares y como iglesia podamos servir haciendo algo por los que estaban pasando un mal momento.
Es de esta manera que llegamos a uno de los barrios de la ciudad y conocimos a Mónica y lo que ellos estaban sufriendo. Las aguas habían llegado al lugar donde ellos día a día cocinaban para cuatrocientas personas y ahora lo seguían haciendo a la intemperie.
Ahora en 2018 ya es el tercer año que seguimos trabajando y sirviendo de manera ininterrumpida a los niños y mayores vecinos del lugar, dando consejos para la vida y sobre todo la Palabra de Dios. Es un trabajo con muchos desafíos, pero también con muchas alegrías.
Damos gracias a toda la IELA por el gran apoyo recibido durante el tiempo más crítico y damos gracias a Dios porque nada fue en vano…
Que Dios bendiga esta obra y acompañe a los hermanos en este trabajo misional.
Pero Jesús llamó a los niños y dijo: «Dejen que los niñosvengan a mí, y no se lo impidan, porque el reino de Dios es de quienes son como ellos. (Lucas 18:16)