La ideología de género es un conjunto de ideas anticientíficas, que con propósitos políticos, desarraigan a la sexualidad humana de su realidad natural y explican la sexualidad humana sencillamente por la cultura. Esto significa, que ahora la variable significativa a la hora de explicar la sexualidad humana pasa a ser las relaciones culturales y la sociedad, donde el factor fundamental es la auto-percepción, en contraposición a una sociedad que “me impone” lo que tengo que ser.
La filosofía de la ideología de género, desarraiga a la sexualidad de su naturaleza y desarraiga por ende todos los límites, porque la naturaleza es la que nos limita. La ideología de género, le abre las puertas a las peores perversiones avaladas por la cultura y aceptación social, de los cuales ya tenemos varios ejemplos en Europa y países del primer mundo, (pedofilia, zoofilia, necrofilia, entre otras). Por este motivo, la ideología de género no es compatible con la biología y la ciencia seria.
El nacimiento de la línea de pensamiento sociopolítico que provocó gran convulsión social, se produjo en la llamada “escuela de Frankfurt”, quienes a principios de los años veinte gestaron el concepto de “marxismo cultural”. Estos proclamaban que había que extirpar por todos los medios la cultural cristiana occidental en una auténtica batalla cultural. Esta línea de acción debía dirigirse hacia todas las instituciones del estado: escuelas, universidades, ministerios gubernamentales, periódicos, medios de comunicación en general, así como a industria del ocio. Desde ellas, debía extenderse una contra – cultura que minase los fundamentos y las convicciones de la cultura cristiana occidental, para que así la población una vez debilitada y manipulada en sus convicciones, pudiera adherirse a los ideales marxistas que antes habían sido rechazados en forma natural, al haber sido asociados con un pensamiento muy politizado, caduco y devaluado. El marxismo cultural se mantuvo como un pensamiento teórico desde finales de los años 30, eclosionó a partir de la década del 60, con las mencionadas revoluciones sexuales, estudiantiles, etc y se esta desarrollando hoy en día, a pasos agigantados en nuestra sociedad, a través de su brazo ejecutor, la ideología de género.
Por otra parte, la Iglesia Luterana Argentina, que sienta sus bases en La Biblia, Palabra de Dios, entiende que estas enseñanzas de la ideología de género no son compatibles con la enseñanza bíblica que nos ha sido legada como orientadora del camino a seguir como cristianos e hijos de Dios. Claramente leemos en ella: “Entonces Jehová Dios hizo caer sueño profundo sobre Adán, y mientras éste dormía, tomó una de sus costillas, y cerró la carne en su lugar. Y de la costilla que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer, y la trajo al hombre. Dijo entonces Adán: esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne; ésta será llamada Varona, porque del varón fue tomada. Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne.” (Génesis 2:21-24). En relación a esto, los fundamentos e ideario institucional de la IELA, responden a la enseñanza bíblica antes mencionada, no siendo de ninguna manera compatibles, (la ideología de género), con lo que la Biblia nos enseña. Como cristianos, somos tolerantes y respetuosos de la diversidad y las diferencias, y hemos de aceptar en las aulas de nuestras escuelas a alumnos de diversos contextos y familias, sin hacer discriminación alguna, pero siempre con la claridad de saber los padres, que cuando inscriben a sus hijos en un colegio luterano de la IELA (como cualquier otro colegio privado religioso), están aceptando el mandato fundacional e ideario institucional del mismo, y por lo tanto las respectivas enseñanzas que de ellos derivan. Estos mismos principios son aplicables al cuerpo docente de dichas instituciones, donde cada uno antes de solicitar y aceptar un puesto laboral en una institución de la IELA, debe tomar conocimiento y aceptación de estos documentos que dirigen y orientan toda la labor educativa cotidiana.
Específicamente en relación a la ideología de género, que no posee base ni aval científico alguno, defendemos como iglesia y como escuelas, el no adoctrinamiento a partir de las ideas de una pequeña parte de la sociedad, dejando de respetarse los principios de nuestra fe y enseñanzas, que fueran previamente aceptadas por cada uno de los ingresantes de nuestras instituciones educativas,
Por este motivo, expresamos respeto hacia las opiniones diferentes, pero exigimos con firmeza ser respetados por la sociedad, y por las autoridades en todos los niveles. En el caso de aprobarse una ley que avasalle las enseñanzas de la Palabra de Dios, y violente nuestras conciencias, no nos someteremos a ella, y nos declararemos en legítima rebelión. No admitiremos ser discriminados por nuestra enseñanza y nuestra práctica, las que hacen a la esencia de nuestra iglesia luterana desde hace muchos siglos.
Es tiempo de palabras claras y posturas firmes, aunque estas acarreen consecuencias dolorosas. Nuestra convicción y nuestro testimonio lo demanda. Con nuestros hijos no se metan.
Pastor Carlos Nagel
Presidente de la IELA