Una gran diferencia

¡Que baje ahora de la cruz el Cristo, el Rey de Israel, para que podamos ver y creer!

Marcos 15:32

La diferencia es muy grande. Uno es el Cristo que aquellos esperaban (y muchos hoy siguen esperando). Que baje de la cruz: uno que traiga una salvación limitada a este tiempo, a este mundo, salvación de algún poder opresor pasajero, de algún problema de salud o similar. Una salvación mezquina, como mezquino es pensar en salvarse uno mismo.
Otro es el Cristo que nos fue dado, el que se ofrece por nosotros, el que se ocupa de nuestra muerte, de nuestro pecado y de nuestro infierno (por eso es herido, es colgado de un madero y grita: Dios mío, por qué me has abandonado). Así resuelve nuestra existencia de manera plena: en lo temporal nos brinda el perdón y en lo eterno nos da el cielo como herencia. ¡Alabado sea Dios por este don para nosotros!

Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree no se pierda, sino que tenga vida eterna.

Juan 3:16
Arturo E. Truenow
Pastor presidente