Nuevamente nos preparamos para reunirnos en una asamblea general ordinaria, como lo venimos haciendo todos los años, desde hace más de ocho décadas. La misma se realizará en Urdinarrain, Entre Ríos, del 29 al 31 de marzo. Debieran asistir todas las congregaciones afiliadas a la IELA, representadas por sus delegados oficialmente acreditados, como así también los funcionarios en misiones especiales. También los pueden hacer personas en carácter de visitantes.
Las asambleas son espacios para compartir, estudiar la Palabra de Dios, adorar y alabar al Señor, analizar la marcha conjunta, observar las dificultades y buscar soluciones, planificar las acciones futuras, comulgar fraternalmente, analizar informes, elegir a las autoridades, compartir unos con otros y animarse mutuamente en la tarea misional y educativa, crecer en el amor y en las buenas obras, cultivar la unidad de espíritu entre todos los que formamos la IELA. Por eso es muy importante que todos los involucrados participen, haciendo el esfuerzo necesario.
La IELA está organizada según el modelo bíblico congregacional. Esto significa que la forman las diversas congregaciones, las cuales se asocian para trabajar en conjunto, con objetivos comunes. Cada congregación ha sido formada, y es conservada por el Espíritu Santo, mediante la predicación del evangelio y la administración de los sacramentos. La autoridad no proviene de un obispo, o de una estructura eclesiástica, sino de la misma congregación, basada en los Medios de Gracia, encomendados a la congregación para su administración.
La asamblea es, entonces, la reunión de la confederación de congregaciones que profesan la misma fe, y que han acordado a trabajar y a colaborar conjuntamente.
Cada una tiene el derecho de participar con dos delegados, con voz y voto. Uno de ellos es el pastor. El otro es un miembro elegido por la congregación. Esto es así para mantener el equilibrio entre laicos y pastores, a fin de evitar el clericalismo, por un lado, y el laicismo por el otro.
Conceda Dios que nuestra próxima asamblea sea de bendición y crecimiento para todos, y que todo redunde en una mayor extensión del Reino de Dios.-
Carlos Nagel – Presidente de IELA.