Pastor Omar Weber

Omar Roberto Weber. Nació en Distrito Quebracho en 1966. La familia se mudó
a Crespo, donde cursó sus estudios primarios y secundarios. Graduado como Bachiller Superior en Teología en el año 1990 en el Seminario Concordia. Realizó
el previcariato en Basavilbaso (ER) y el vicariato en Puerto Madryn (Chubut). Su Monografía Pregradual, la cual presentó con los Pastores Edgardo Elseser y Fabián Sept, fue acerca de la Doctrina del Espíritu Santo. De 1991 a 1995 trabajó en la Fundación Cristo Para Todas las Naciones como encargado de producción. De junio de 1995 hasta febrero de 2003 fue Pastor de la parroquia “El Redentor” de Romang (Santa Fe) y Capellán de sus dos colegios. Desde marzo de 2003 es Pastor en la parroquia de San Salvador (Entre Ríos) y Capellán del Colegio “El Redentor” desde 2015. 

Está casado con Sandra Dorsch y tiene tres hijos. Además de ser autor de muchos folletos de CPTLN, ha publicado folletos, rituales, devociones de Portales de Oración, el libro de oraciones “En el nombre de Jesús” y “Los dones del Espíritu Santo” para CPH. Se ha desempeñado como Consejero de Circuito, Presidente de Distrito (NOA y Entre Ríos) y Primer Vicepresidente de IELA. 


Propuesta de Trabajo

El principal recurso de una iglesia es la fe de los miembros que la componen. Es por ello que el crecimiento sano y constante por la Palabra y los Sacramentos irá generando nuevas ideas y nuevos recursos para ser parte de la misión de Dios en este hermoso país. 

Considero importante poner énfasis en lo siguiente: 

  • Una participación más activa de los miembros según los dones que Dios les ha concedido. La iglesia cuenta con muchos profesionales que sirven al prójimo con una verdadera vocación de servicio a la comunidad (medicina, ingeniería, educación, idiomas, gastronomía, informática, etc.) Su invalorable testimonio de vida y de fe en los diferentes ámbitos puede servir para organizar nuevos servicios a la comunidad basados en los principios cristianos que servirán de testimonio, ayuda social y crecimiento para la fe. 
  • Estos desafíos implican madurar en la reflexión teológica. La formación de pastores, líderes, misioneros, capellanes capaces de aplicar la Palabra de Dios a las realidades actuales, sin miedo a investigar, ahondar y pronunciarse en su tiempo y su contexto basados en las claras y precisas doctrinas heredadas de la Reforma. 
  • Para ello es preciso estimular la producción de literatura bíblica, la que resulta necesaria para una buena atención pastoral, para la capacitación teológica y práctica, para la evangelización y la adoración. Una iglesia que siempre se valió de la literatura para darse a conocer, puede contar con una editorial que beneficie tanto a la iglesia como a los colegios luteranos. 
  • Los dones con que cuenta la iglesia para expresar su fe, también se extienden al área de la música, del arte, de la dramatización, del diseño, y otras tantas multiformes y variadas formas de expresión que tenemos. Estimular estos sectores implica organizarlos y aprovecharlos no sólo para festejos, sino para crear, animar y testimoniar la fe. 
  • La estructura y organización que tenemos como iglesia necesita ser más eficiente, con el asesoramiento legal y contable que se requiera en las áreas correspondientes. Ser una asociación civil sin fines de lucro tiene sus complicaciones pero también sus ventajas. Una iglesia presente por más de un siglo en este país es un respaldo más que suficiente para avanzar sin temor y, en forma mancomunada con otras instituciones civiles tanto gubernamentales como no, para organizar nuevos estamentos en donde compartir la fe cristiana. 
  • Por ende, la capacitación teológica con que contamos, que es de muy buen nivel, debe ampliarse a todos los laicos que la necesiten para desempeñar mejor su servicio, no sólo dentro de la iglesia, sin discriminación de ningún tipo, ya que el Reino de Dios que Jesús vino a comenzar no tiene fronteras. La capacitación permanente y continuada de los pastores es más que necesaria, como también una contención y consejería permanente de los mismos.
  • Los Colegios luteranos que se extienden por todo el país reflejan parte de esta realidad y necesitan Capellanes exclusivos y permanentes. El objetivo con el que fueron creadas estas instituciones lo requiere. Esto permitirá no sólo un mejor aprovechamiento misional sino una mejor atención del alumnado, el personal y las familias. 
  • El conocimiento y apoyo mutuo entre congregaciones, parroquias, circuitos, distritos y país se logrará por medio de una logística que promueva una sana relación e interdependencia. Nos gusta encontrarnos: podemos hacer más que eso. Esta logística implicará el llamado, la convocación y el envío, cuestiones que aún debemos madurar.
  • Acompañar al creyente en todo su trayecto de vida cristiana requiere una adecuación permanente de los planes que tenemos para los niños, los jóvenes, las mujeres, los varones y los ancianos. Los brazos auxiliares de la iglesia: las asociaciones de maestros de escuelas bíblicas, ministerio joven, la Liga Misional de Damas Luteranas, la Liga de Caballeros Luteranos y otras requieren del auxilio de capellanías que entiendan el trabajo con cada uno de estos sectores con sus respectivos desafíos. 
  • El contexto Latinoamericano e Internacional requiere de la participación de nuestra Iglesia Argentina, tanto para aprender como para aportar experiencias. Los desafíos mundiales, corrientes ideológicas, nuevas teologías presentan un panorama que no es sencillo enfrentar en soledad. 
  • Esto también sucede en nuestro propio país con otras iglesias cristianas con las cuales podemos aprender, cooperar y crecer en el respeto mutuo de la identidad de cada uno, guiados por el mismo y único Dios Trino: Padre, Hijo y Espíritu Santo. 

Quiera Dios bendecir nuestra iglesia para un trabajo mancomunado.
Pastor Omar Weber.